Eulalia, la niña que hizo grande la fe

UNA FECHA PARA LA HISTORIA

Los textos “Eulalienses” coinciden, salvo alguna excepción, en que Eulalia tenía 12 años y que su proceso martirial termina con su muerte un doce de febrero. Puede que en esto haya algo de imaginación, fabulación, de mágica interpretación de la muerte; pero, a mediados del siglo V, para no celebrar fiestas de Santos en los días de ayunos por motivo de la Cuaresma, la conmemoración del “Dies Natalis” de Santa Eulalia, se traslada al actual diez de diciembre. Se cambia su fecha real, pero se traslada al mes más importante para la Iglesia como muestra de su magnificencia.

Poco añade este cambio a lo que se pretende resaltar: el ritual de la rectitud en la fe cristiana con el martirio, junto a la voluntaria defensa de la misma, que es lo que para mí demuestra la existencia prematura de la fe en una joven que mantiene la firmeza frente a un terrible e insoportable dolor.

LA FIGURA DE EULALIA

Profundizar en la historia supone un esfuerzo investigador que no es mi intención. Lo único que busco es acercarnos a la figura humana de “la santita”, como muchos la conocemos en Mérida; una milenaria ciudad en la que nació la niña Eulalia en el año 292 y donde muere igualmente sólo 12 años después, tras un terrible martirio por defender su “fe”; un hecho en el que tampoco voy a extenderme.

Santa EulaliaMás bien quisiera ensalzar su figura humana como mujer luchadora y rebelde. Una vida muy corta fue suficiente para que se la conociera en toda Europa por su valentía. Eulalia es el símbolo de la fuerza inmortalizadora de las vírgenes y de las mártires.

Partir del nombre EULALIA es suficiente. No entro en su procedencia etimológica; me quedo con su “universalidad”, así como con su existencia real que le da consistencia a la expansión del cristianismo. Es una forma de tener una referencia material sobre la energía espiritual. Un concepto que para mí nos acerca el cielo a nuestra débil naturaleza humana.

UNA FE POR ENCIMA DE SENTIMIENTOS

La Santa de Mérida, constituye una figura de mujer muy singular en la historia, hasta tal punto de que su modelo se encardina en el pueblo con un sentido especial. Este sentido de propiedad, que llega hasta nuestros días, trasciende lo abstracto; el pueblo lo identifica como algo palpable que nos pertenece a todos, de uno en uno. Podría decirse que constituye, pues, un símbolo, y que esta realidad lo convierte en símbolo vivo de este sentir particular en la creencia.

HornitoSon muchas las personas las que dicen creer en ella por encima del propio sentimiento, de la fe en Dios, lo que es algo tan singular como llamativo. La expresión coloquial es: “…yo no sé si existe Dios, pero a la Mártir que no me la toquen, porque en ella sí creo”.

UN NOMBRE SIMBÓLICO

Hablar de Eulalia es un universo casi inabordable para un pequeño artículo. Hablar de Ella es más fácil si definimos el fenómeno a través de la negación, es decir, es igual si “Olalla” o “Eulalia” es o no la “bien hablada”, pues no mantengo una postura evangélica con lo que no creo que fuera un nombre de pila, sino realmente un nombre material y simbólico impuesto a causa de su actitud rebelde ante el martirio.

Casi me gusta más lo que pudiera significar, pues soy consciente de que el Cristianismo, fiel a su espíritu divulgado sin precedentes en el mundo antiguo, le añade racionalidad griega a la cultura hebrea. Dos culturas, judía y griega, que presentaban dos concepciones contrapuestas del MUNDO: la primera basada en la razón y la segunda en la imaginación.

Cripta de Santa EulaliaNo pretendo hacer ciencia de lo popular, de lo común, de lo cotidiano y familiar, y de las tradiciones mantenidas por los fieles sin que las enseñanzas, estudios y tesis evangélicas de los doctores de la Iglesia hubiesen sido palabras dormidas o muertas.

UN SÍMBOLO PARA LA DIFUSIÓN UNIVERSAL DE LA FE

Merece la pena resaltar otro concepto importante que hasta ahora no tenía precedente, Eulalia es mujer, una mujer en la frontera de la adolescencia a la pubertad, pero significa sobre todo la apertura de la Fe hacía otros modelos de vida, ya que los primeros fieles de la Cristiandad fueron reclutados entre esclavos, gentes sencillas y algunos soldados rasos.

Obelisco de Santa Eulalia recEn el siglo III empieza otro cambio, se acercan a la Fe pequeños propietarios y personas vinculadas a la administración de las ciudades, aunque no es hasta un siglo después donde se da un salto importante, en tanto en cuanto a que el concepto de salvación no es un privilegio del “pueblo elegido” ni un planteamiento de clases, sino un proyecto personal que se identifica con el “cuerpo místico de Cristo”, donde Santa Eulalia es la continuación de San Esteban, y ella abre las puertas de la Iglesia a esta nueva sociedad que son los gentiles.

SANTA EULALIA Y LOS EMERITENSES

Desde mi trayectoria vital, hay otro foco donde el nombre de Eulalia tiene mucho que decir: su profunda conexión y arraigo en la ciudad de Mérida y en los emeritenses. El nombre de Eulalia se extiende por toda la ciudad como los pasos de sus vecinos recorren día a día las calles más emblemáticas de la ciudad que llevan su nombre y que conducen desde el corazón de la ciudad hasta su casa, el hornito.

Calle Santa Eulalia Rambla HornitoEn Mérida, llamarse Eulalia imprime carácter, quizá por rotundo del nombre, tanto por su significado como por su sonoridad.

De muy joven me encuentro con Doña Eulalia, mi primera profesora, de la que aprendí muchas cosas, y bastante después mi escolarización se desarrolló en un Instituto emblemático de la Ciudad, el “Santa Eulalia”; curiosamente el más grande de Extremadura, y por el que han pasado generaciones de estudiantes.

Confiteria Gutierrez IES Santa EulaliaEn la memoria de los emeritenses, la Mártir también tiene un sabor a limón, el sabor de unos míticos caramelos con su nombre que, aunque fueron registrados como marca en 1902 por Don Manuel Gutiérrez (1858-1934), su origen real se sitúa entre los años 70 y 80 del siglo XIX, según la memoria de una de sus sucesoras, Doña Bati, toda una institución en la Mérida actual, pues el establecimiento donde se venden los famosos caramelos se abre en 1827 y, aunque la pastelería lleva el nombre de “Gutiérrez”, la mayora de los emeritenses compramos estas señas de identidad gastronómica de tan larga trayectoria en lo que llamamos la casa de “Doña Bati”.

SANTA EULALIA EN LA LITERATURA

Estas peripecias merecen un artículo por sí sólo. Hoy prefiero analizar la figura de Eulalia como algo importante en muchos campos; no sólo en lo personal, sino en lo popular del Cristianismo, por eso me quedo con las palabras de Lorenzo Riber en 1942 “Santa Eulalia de Mérida fue precursora de aquella mujer celestial que se apareció a Dante, con un cándido velo, vestida de color de llama viva”

LiteraturaQuiero mostrar que la literatura también ha guardado muchas páginas para Eulalia en multitud de textos, investigaciones y tesis doctorales, pero yo me quedo con la vocación idealista de Olalla que refiere su juventud, su fortaleza, su magnificencia y su fascinante encanto por ser un símbolo de igualdad entre mujeres y hombres, que ha calado en lo popular mucho más que en tanto estudios teológicos y universitarios.

EULALIA ES SU PUEBLO

La cara de la Santa que yo quiero mostrar no es la de tanto estudio, ni tanto doctor, ni tanta Iglesia, ni tanto profesor, es la cara de la ciudadanía, no sólo de los fieles cristianos sino de todo su pueblo. Es la Olalla viva. Por eso reflejo estas palabras de un fragmento recogido en un verso de la revista Eulalia, escrito por Rafael Rufino Murillón.

“Eulalia, qué buena suerte
saberte cerca, tenerte
uncida en esta canción,
rezo de mi corazón,
consuelo en la atardecida.

Piadosa, acoge mi vuelo
y álzalo en tu amanecida,
paloma de luz, anhelo
de mi muerte en la partida”

EL ESPÍRITU DE LA SANTA

Santa EULALIA no es una Mártir más. Dicen que subió al cielo en forma de una blanquísima Paloma expresando al Espíritu Santo. Pero a mí me interesa más su vínculo terrenal, y cómo su sepultura y sus huesos sirvieron como cimientos de la iglesia a la que hoy mismo el Papa Francisco concedió el título de Basílica.

Basílica de Santa EulaliaEULALIA supone la actualización de la idea del cuerpo humano como Templo del Espíritu. En esta ciudad ha calado la idea de la joven niña que se convierte en soldado de Cristo y protectora de su pueblo. Hasta el punto de que su calendario espiritual despierta en estas fechas, tras la renovación del voto a la inmaculada, preparando el camino a la NAVIDAD.

MÉRIDA UNIDA EN TORNO A SU MÁRTIR

En estos días, los emeritenses salimos multitudinariamente a las calles para acompañar con flores la procesión de su patrona y alcaldesa perpetua. Y también peregrinan desde la Ermita de Perales en la vecina localidad de Arroyo de San Serván, donde la Santita fue escondida por sus padres, hasta el Hornito de su Mártir, junto a la flamante Basílica que lleva su nombre, para rezarle. Es una sensación muy emeritense que nos va atrapando.

ProcesiónDesde niños contemplamos la agitación en la calle y en los rincones por donde la van a pasar sus costaleros. Es la escenificación de una ciudad que busca en Ella la esperanza sin renunciar al pasado. Un punto que funde la historia con hondas tradiciones cristianas y que explota en el fervor popular de estos días de procesión y luz en la penumbra de la vida.

El corazón de EULALIA nos invita a gozar: ” donde hubo un cadáver ahora florece expectante la fe de un pueblo que evoca a su patrona”.

Así que… ¡Viva Santa Eulalia!

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Comentarios

Eulalia, la niña que hizo grande la fe — 18 comentarios

  1. Me acuerdo perfectamente cuando siendo niño, iba agarrado de laano de mi padre y de mi madre a comprar esos caramelos, de la historia de la niña Santa Eulalia e incluso de la peregrinación que hacíamos desde el pueblo natal de mi padre ( Valverde de Merida) hasta la ermita cada 10 de Diciembre…….y me acuerdo, como no, de mi Instituto Santa Eulalia, de mis compañeros de estudios, juegos y vivencias y por supuesto del profesorado…..de las clases de gimnasia, jeje…….gracias Fernando por hacerme recordar una bonita etapa que no olvidare nunca y por haber estado ahí en ella.
    “VIVA SANTA EULALIA”.

  2. Me acuerdo perfectamente cuando siendo niño, iba agarrado de la mano de mi padre y de mi madre a comprar esos caramelos, de la historia de la niña Santa Eulalia e incluso de la peregrinación que hacíamos desde el pueblo natal de mi padre ( Valverde de Merida) hasta la ermita cada 10 de Diciembre…….y me acuerdo, como no, de mi Instituto Santa Eulalia, de mis compañeros de estudios, juegos y vivencias y por supuesto del profesorado…..de las clases de gimnasia, jeje…….gracias Fernando por hacerme recordar una bonita etapa que no olvidare nunca y por haber estado ahí en ella.
    “VIVA SANTA EULALIA”.

  3. Impresionante entrada Fernando. Bonita, descriptiva, didáctica, histórica,… Explicas y describes muy bien, has conseguido captar toda mi atención y que me apasione el tema… Además, te confieso que mi madre se llama Eulalia, por lo tanto, más razón para interesarme por el artículo…gracias por compartirlo y permitirme seguir disfrutando como lector de aquello tan bonito que creas. 1abrazo enorme amigo.

    • Gracias amigo. No imaginas como agradezco tus palabras. Ahora estoy en Madrid, en el tanatorio de tres Cantos. Se apagó una luz de alguien que amé. Muy joven con 47 años. El amor es para siempre. Tus palabras me han ayudado. Gracias amigo.

  4. Poco tengo qué decir Fernando. Aparte de tener estos días, pocas fuerzas por la gripe que he pasado, tus palabras acertadas y llenas de hermosa información sobre nuestra Patrona, no dan lugar a más.
    Es tan nuestro todo lo que cuentas, tan familiar, que me ha retraído a mí infancia y mí adolescencia, y no digo juventud, porque todos disfrutamos aún de ella, jejeje.
    Me ha gustado y mucho este artículo Fernando, te felicito por ello y te doy las gracias por hacerme pasar de nuevo, un buen momento leyendo tus palabras, tus sentimientos trasladados a palabras, mejor dicho.
    Sinceraméste pienso, que eres un valor a respetar, cuidar y considerar, tánto cómo tú haces por nuestra Ciudad.
    Todo mí agradecimiénto por tu labor trabajador incansable.
    Un abrazo enorme.

  5. Siempre llevo su estampa conmigo… Mencionar a un ilustre Emeritense Rafael Rufino Félix Morillón e introducir una de sus poesías, todo un detalle que engrandece el alma. Gracias Fernando.

  6. Un post muy bonito Fernando, Santa Eulalia, como bien dices, es mucho más que historia, es un sentimiento que está dentro de todos los corazones emeritenses y debe ser un ejemplo de decisión para todos, creyentes o no, como una niña se enfrenta a todo un imperio romano por seguir fiel a sus creencias, a sus ideales , hasta el final, aceptando todas sus consecuencias y siempre con la cabeza bien alta, ya que hacía lo que veía correcto. Es un gran detalle por tu parte dedicarle esta entrada a Santa Eulalia en un día tan importante como es el suyo y, aún más si cabe, por recibir el nombramiento de basílica menor por el que tanto se ha luchado. Un saludo.

    • Gracias a ti amigo. No es fácil abordar un tema así, la fe es algo muy personal y las personas no estamos acostumbrados a compartir el amor y menos la fe. Un abrazo y gracias nuevamente.

  7. Gracias Fernando grande tus sentimientos plasmado en este artículo. La niña santa Eulalia, sigue siendo gracias a Dios parte activa en la idiosincrasia de los emeritenses, y un ejemplo actual de vida de todos los que nos llamamos cristianos. Todavía en el siglo xxi, ya que tenemos la obligatoriedad de seguir cómo ella, dando testimonio de fe.

    • Muchas gracias por tus palabras. Además deseo que te gusten las próximas entradas que estoy preparando para estos días donde hay un poco más de tiempo para leer.

  8. Muchas gracias, me haces transportarme a una niñez inolvidable, con la fiesta de nuestra Patrona La Mártir Santa Eulalia, envuelta en las nieblas con sabor a caramelos de limón. Gracias amigo Fernando.

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