A Pesar de Todo

Quiero escribir unas líneas, aunque sea hasta aventurado por mi parte, acerca de un tema que es relativamente nuevo y que me fascina de un modo particular: el estudio de la inteligencia.

Desde mi condición de padre, educador y político comprometido, veo necesario aventurarme en el conocimiento de la inteligencia en todas sus facetas.

EL ANHELADO BIENESTAR

Si a la mayoría de los ciudadanos, nos preguntaran y nos dieran un tiempo para responder, teniendo ya unos años de experiencia, ¿qué es lo que más te interesa tener en la vida?; si no decimos “ser felices”, la respuesta estaría muy ligada a la palabra bienestar.

BienestarDesde la política local, estoy muy cercano al sufrimiento de la gente, y es raro el día que no tengo delante de mí, una persona con un drama personal o familiar.

Todos, a diario, necesitamos de todos. No somos islas en el océano; estamos interconectados, unidos, y a lo largo de nuestra historia personal, con toda seguridad, hemos necesitado de alguien cercano para que nos diera apoyo emocional, económico o a veces un simple gesto o palabra que en ese momento fue nuestra tabla de salvación.

Qué lejos estamos a veces de ese bienestar anhelado. Y es compromiso del político inteligente poner como meta el bienestar de los ciudadanos. En nuestra región, Extremadura, lo recoge su Estatuto de Autonomía en su Titulo Preliminar art.1.2, cuando dice que “La Comunidad Autónoma a través de sus instituciones, asume la mejora y promoción del bienestar de los extremeños”. Y he dicho inteligente, porque no podemos tolerar que una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos, junto al paro y la economía, seamos los políticos.

¿No será que hemos equivocado la meta, cuando a diario observamos esta realidad?, particularmente creo que sí.

EL BIEN GENERAL

Uno de los filósofos más relevantes de nuestro tiempo, José Antonio Marina, otorga una importancia capital a la que él denomina Inteligencia Ejecutiva, que es aquella, que gobierna, dirige y marca la meta; mientras que el resto de inteligencias, serian las armas que tendríamos para conseguir esa meta.

Bien ComunEs hora, de “poner rumbo hacia el bien general de los ciudadanos”, y que no sea un circo lo que a diario leemos en prensa y vemos por televisión.

Partidos salpicados por luchas internas de poder, partidos que con o sin meta definida, atacan sistemáticamente a otros, amparados por las circunstancias del momento, manifestando ira, teniendo razón a veces y muchas veces sin tenerla…

Nos jugamos mucho; y en ese camino que lleva a la meta, sólo decisiones éticas y responsables para con los ciudadanos, nos garantizan un futuro mejor.

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Un término novedoso, que pone en valor aspectos que todos conocemos, pero de forma muy accesible a la vida diaria, es el termino Educación Emocional. Creo que es una de las apuestas de futuro que más va a influir en el bienestar de los ciudadanos.

En el año 1995, Daniel Coleman, popularizó la Inteligencia Emocional, término que ya fue utilizado por Wayne Payne, Stanley Greenspan y demás autores, durante las décadas de los 60, 70 y 80. Coleman, sólo tuvo la suerte de estar en el lugar idóneo y en el momento apropiado, ya que, a través de un artículo de opinión de la revista TIME, su libro “Inteligencia Emocional” tuvo una gran difusión a nivel mundial. De hecho, la utilización de este medio favoreció la difusión de este “descubrimiento”.

Esto me hace reflexionar sobre la importancia de la comunicación y las redes sociales en cuanto a si hacemos un uso constructivo de los mismos a la hora de poner en valor; ideas, pensamientos, soluciones, y un largo etc.

Inteligencia EmocionalEl concepto inteligencia emocional, vendría a ser, el conjunto de habilidades psicológicas, que nos permitirían, manifestar y detectar de una manera equilibrada nuestras emociones, comprender a los que nos rodean y utilizar esa información para dirigir algo tan complejo como nuestro comportamiento.

LAS COMPETENCIAS EMOCIONALES

Hablar de emociones, no había sido objeto de estudio en el pasado. Los investigadores consideraban que las emociones eran algo que estaba ahí, que era inevitable y malo, algo que había que soportar. Basaban todos sus trabajos en el estudio del comportamiento humano. Y en el ámbito educativo, todo iba dirigido a la captación de conocimientos: “Conductismo”.

“Ahora no descartamos las emociones, sino que las sumamos al conocimiento.”

Es en la década de los noventa es cuando más se avanza en el estudio del cerebro, ya que, gracias a los avances técnicos, se puede investigar el funcionamiento del cerebro; por lo que podemos conocer qué le pasa cuando está pensando, y se sabe que cada uno de nosotros es el responsable de nuestro cerebro.

Al haber sido relativamente reciente este descubrimiento, podemos asegurar que somos unos ignorantes en cuanto al desarrollo de las competencias emocionales.

Ahora nos toca aprender, y ese aprendizaje se puede empezar por desarrollar competencias emocionales. Toda persona, desde la educación infantil, primaria y secundaria, puede ir desarrollando las mismas; es decir, tomar conciencia de las propias emociones para regularlas, para saber desde qué emoción nos estamos relacionando con nuestro entorno.

competencias-emocionalesPor desgracia, también estamos rodeados de emociones toxicas como la angustia, el miedo, la ansiedad, la incertidumbre y un largo etc. Que no nos contaminen estas emociones, requiere de autonomía emocional.

Muchas personas no han recibido esa educación emocional, simplemente porque no nos lo enseñaban en las escuelas ni en las universidades.

Requiere el desarrollo de las competencias, formación continua y entrenamiento continuo. De ahí la importancia de que aparezca en las escuelas, a edades tempranas, la implantación del aprendizaje emocional y que continúe en el tiempo para ser realmente competentes.

CONCLUSIÓN

Es necesario poner inteligencia ante los estímulos negativos que nos rodean. Una cosa es lo que pasa fuera y otra como individualmente reaccionamos ante lo que pasa fuera.

Debemos tomar conciencia de que podemos poner inteligencia ante esos estímulos. Para ello existen mecanismos.

Inteligencia EmocionalEl bienestar, se puede describir como la experiencia de emociones positivas, y no podemos esperar que estas emociones vengan de fuera. Con las competencias emocionales se puede lograr construir esas emociones positivas.

La mayor demostración de inteligencia sería la capacidad de construir nuestro propio bienestar A PESAR DE TODO.

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BIBLIOGRAFÍA

  • Daniel Colemam “Inteligencia Emocional” (1995).
  • Rafael Bisquerra. Master educacion emocional y bienestar emocional (entrevista Ada) Escuela con cerebro.
  • José.Antonio Marina “El fracaso de la Inteligencia”.
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